Con unas fichas de bella factura que recrean los cristales tintados de corte veneciano y unas ilustraciones atractivas, Mille fiori destaca por tener una puesta en mesa impresionante. El tablero central está dividido en varias áreas donde los jugadores podrán colocar sus fichas: los talleres, las residencias, el puerto, la sección de comercio y la de ciudadanos. Cada una de estas áreas tiene sus propios símbolos; por ejemplo, en el taller se encuentran los distintos materiales para hacer vidrio y en la zona de ciudad distintas clases de ciudadanos.
Cada turno, los jugadores deberán elegir una carta y colocar una de sus fichas en un lugar del tablero que coincida con el símbolo que muestra la carta. ¡Y esta es una elección importante! Según el lugar donde se coloquen las fichas, se activarán bonificaciones en forma de puntos o de acciones extra. El juego premiará a aquellos jugadores que consigan distintos conjuntos de símbolos, pero no siempre saldrán las cartas necesarias en el momento oportuno.
Además de planear bien donde situar las fichas, en Mille fiori habrá que pensar muy bien donde las pueden colocar los rivales. Cada turno, el mazo de cartas va rotando entre los jugadores, con lo que además de elegir el próximo movimiento habrá que tener en cuenta qué posibilidades brindamos al resto. Por ello, el componente estratégico estará siempre presente en las partidas, que mantendrán un nivel de tensión alto a medida que se van sumando puntos y se acerca el desenlace. El final de partida llega cuando a un jugador se le agota el suministro de fichas o bien se acaban las cartas del mazo.
Con una dificultad media, Mille fiori es un juego ideal para cualquier grupo de juego. La belleza de sus ilustraciones y componentes atraparán a los amantes de la estética y la fluidez de sus mecánicas a los más jugones. Tanto si buscas un buen reto como si desas pasar una tarde agradable con familia y amigos, Mille fiori se adapta a tus necesidades. ¡Haz historia y conviértete en el vidriero más famoso de la laguna de Venecia!