Tiempo atrás, los guardianes secretos se comprometieron a cuidar y preservar el bosque, para que todas las especies que vivieran en él, pudieran coexistir sin que ninguna se impusiera a la fuerza. El control de los guardianes sobre la selección natural permitió que ninguna de las especies desapareciera… ¡al menos hasta ahora! Los guardianes, cansados de su papel secundario, han pasado a la acción. Cada uno tiene sus propios intereses para defender determinadas presas y alimentar a ciertos depredadores. ¿Lograremos que nuestras animales se conviertan en los reyes del bosque?