Cada niño, por turnos, coloca un marco sobre el icono que cree que más va a ayudar a adivinar el animal. Como la mecánica de juego de Concept Kids es cooperativa, se pueden consultar unos a otros a la hora de elegir los iconos. Cuando el adivinador cree saber el animal, puede decirlo sin que haya un límite de intentos. Eso sí, los niños solo pueden responder con un sí o un no. Si pese a todo eso el adivinador se rinde, esa carta no contará para la puntuación final. Una vez se termina el mazo de cartas, la partida ha llegado a su fin y es hora de comprobar en qué puesto del ranking de ferocidad ha quedado el equipo. Desde un pobre gatito adorable al legendario león.