Un juego tiene lugar en dos temporadas separadas (fases de redacción): primero la temporada húmeda, luego la temporada seca. Los jugadores comienzan el juego durante la estación húmeda con una mano de 7 cartas de arroz. En cada turno de Temporada Húmeda, seleccionan simultáneamente 2 cartas de su mano: 1 para colocar inmediatamente en su paisaje personal y 1 para colocar en una fila comunitaria de cartas llamada fila de Temporada Seca. Luego, los jugadores intercambian sus manos y repiten hasta que se hayan colocado todas las cartas. En la Temporada Seca, los jugadores se turnan para seleccionar 1 carta de la fila de la Temporada Seca y colocarla inmediatamente en su paisaje. Cuando la fila de la estación seca está vacía, el juego termina. Los jugadores tienen la oportunidad de sumar puntos durante ambas temporadas al encerrar completamente sus arrozales con caminos. Obtendrán puntos por el tamaño de un arrozal "cerrado", que se puede aumentar agregando casas, así como por los granjeros (miembros de la familia de un jugador) y los búfalos contenidos dentro del arrozal. Un "antepasado" específico del jugador, que representa el espíritu guía de un antepasado venerado, también le otorgará puntos adicionales a ese jugador por lograr ciertas condiciones. Estratégicamente, las oportunidades abundan en la estación húmeda rica en cartas, cuando todos comparten una gran cantidad de recursos y las manos rebosan de posibilidades. Sin embargo, los jugadores aún deben pensar en la Temporada Seca, cuando las opciones disminuirán rápidamente a medida que la fila de la Temporada Seca se quede sin cartas. El mazo es micro y las rondas son rápidas, pero un plan sostenible para generar puntos orgánicamente es imprescindible a lo largo de las temporadas. ¡Al final, el jugador con más puntos gana y puede presumir con orgullo de tener los arrozales más fértiles de la región!